Señores, ¿qué son es éste?
Señores, El Buscapiés.
La primera vez que lo oigo,
¡pero qué bonito es!
En aquel camino oscuro
dicen que vive el nahual
y le pedí al padre eterno
que alejara todo mal.
Cuidado con el chaneque
que ya salió de la ceiba,
guarden a todos los niños
porque si no se los lleva.
En el nombre de José
y en el nombre de María,
antes que amanezca el día
yo les canto El Buscapiés.
Ave María, Dios te salve
Dios te salve, ave María:
así gritaban las viejas
cuando El Diablo aparecía.
Fíjense bien, no confundan
entre lo que está bien o mal
pues los demonios abundan
en el mundo terrenal.
Salió a bailar Lucifer
no canten a lo divino,
mejor toquemos pa' ver
que demuestre a lo que vino.
En medio del mar nací,
una concha fue mi cuna
y no lo puedo negar
que me bautizó la luna.
Cuando chiquito en la cuna
todos me querían mecer,
ahora que estoy grandecito
ya nadie me puede ver.
El Diablo sale a bailar
pa' mitigar lo que sufre,
cuando empieza a zapatear
todo empieza oler a azufre
y las viejas a rezar.
Cómo me gusta lo bueno
si de lo bueno me crío
pues andando en buen terreno
no hay corazón como el mío,
sólo a Jesucristo temo
y de lo demás me río.
Hay arena del desierto
hay arena de la mar
también hay vivos y hay muertos
todos en este lugar,
pa' que se pongan contentos
que salga el diablo a bailar.
Ésta, mi copla no es vana
ni es mentira lo que hablo
con mirada que rebana
y amenazante vocablo
nos dicen que la jarana
es la costilla de El Diablo.
Negrita, no te me acortes
y oye bien lo que te digo:
que como tú bien te portes
y si te vienes conmigo
que las águilas del norte
van a gobernar contigo.
Salió el patriarca del mal
son sonoro invocador,
dame rito espiritual
las plegrias al creador
que huyendo vi al animal
a su lumbre de dolor.
Soy el diablo y he venido
aunque no me puedan ver,
ángeles ni serafines
me han podido detener,
soy el diablo de los sueños
del agua que ha de caer.
Soy relámpago del monte
que alumbra por el potrero,
como tú no te me acortes
yo soy aquel que te quiero,
y cargo mi pasaporte
dado por el juez primero.
Afligido un poco canto
e invoco a Santo Tomás
para curarme de espanto,
hermano de Barrabás,
por el Espíritu Santo
retírate, Satanás.
Mi madre fue una centella
y mi padre un rayo cruel
que tronaba como aquel
que retumba en las estrellas
al ver las flores más bellas
que van a reverdecer
por los campos al llover
cuando florecen en mayo,
hija de centella y rayo
díganme quién puedo ser.
Ya me voy a retirar
con mi sombrero en la mano
y hasta la palma de llano
se tiene que marchitar.
Aquí se acabó el cantar
y me voy por propio pie
te pido y te pediré
que ya no quiero vivir,
y si me llego a morir
me recen un buscapiés.
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Misha Cristica (jueves, 07 febrero 2019 12:26)
El puente sigue tendido sujeto a sus dos puntales
Tú y yo como dos finales de un amor correspondido
La vida y su sin sentido desanudo el nudo ciego
Que se ha formado entre el juego y el amor que compartimos
Habrá que abrir los destinos para florecer de nuevo
ALBERTO OLAYA Jr. (miércoles, 10 junio 2020 17:22)
Por ser la primera vez
En esta casa yo canto
Gloria al padre, gloria al hijo
Gloria al espíritu santo.
La cruz del cielo divino
Sobre de mí se destiende
De todo mal y peligro
La santa cruz me defiende.
El diablo quiso tentarme
Pero no lo consiguió
Porque la virgen del Carmen
Nunca me desprotegió.
Adelante compañeros
No le teman al demonio
Porque traigo en mi sombrero
La imagen de San Antonio.
Con un verso espiritual
Se despliega mi plegaria
Padre nuestro celestial
Virgen de la candelaria
Líbranos de todo mal.
En un tiempo fui tu encanto
Y tú mí adorado cielo
Ahora soy diablo y te espanto
Dices que me tienes miedo
Después de quererme tanto.
Con esta bella tonada
A diosito se le invoca
Conjuro de madrugada
Que satanás se equivoca
El diablo no me hace nada
Mientras me bese tu boca.
De la mar son los pescados
De tierra y agua el arroz
De los azares los dados
Y de los pares el dos
Del diablo son los pecados
Y los milagros de Dios.
Díganme quien puede ser
Que viene a hacer estropicio
Seguro fue lucifer
Que trajo su maleficio
No se dejen convencer
Para sacarlo de quicio.
Quise bajar al infierno
Para ver a satanás
Pero dijo el padre eterno
Y también san Nicolás
“Ya te pusieron los cuernos
Y todavía quieres más”.
Con todas las oraciones
De los santos milagrosos
Vencí las tribulaciones
Lo malo, lo venenoso,
La envidia y las tentaciones
Hasta salir victorioso.
Una vez se apareció
El diablo concupiscente
Y todo el pueblo creyente
Se encomendó a la oración
La gente se le aventó
Y le quemaron los pies
Con pólvora y buscapiés
Así desapareció
Y desde aquella ocasión
Cantamos el Buscapiés.
Para rosear las paredes
Agua bendita les doy
Santígüense sus mercedes
Que el diablo no vino hoy
Quédense con dios ustedes
Que yo con mi amor me voy.