La guanábana imperial
es pariente de la anona,
hay que saberla chupar
madurita madurona.
Y andando de vagamundo
me encontré con un mayate
que me dijo en lo prejundo:
¡Hombre! Pélate el tomate;
no andej demás en el mundo.
Señora que yo quisiera
que usted se volviera anona
y que yo me la comiera
madurita, madurona
que del árbol se cayera.
La guanábana al chupar
es una fruta tan suave,
se deshace al paladar
y sólo la lengua sabe
la dicha que ha de encontrar
la ternura que le cabe.
A una niña su rosal
ya se le andaba secando,
ayer se lo fui a regar
y hoy le amaneció floreando,
lloró de felicidad
al verlo coloradeando.
Eres como blanco nardo
y encarnada maravilla,
sólo una cosa te encargo
que no seas engrandecida
que las frutas en el árbol
no duran toda la vida.
La guanábana imperial
que se mantiene en su altura
hay que saberla cortar
si no se cae de madura
siendo para el paladar
un tesoro de dulzura.
Tienes al soplar la brisa
una flor sin igualdad
una encarnada maciza
de dos hojas nada más
ésa es la que me precisa
tú sabes si me la das.
Guanábana dulce
y azucarada,
chupa, rechupa, chupa
en la madrugada.
Guanábana dulce
y azucarada,
chupa, rechupa, chupa
y no saco nada.
Guanábana dulce
y azucarada,
chupa, rechupa, chupa
la condenada.
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LAHH (domingo, 08 diciembre 2019)
Implorando estoy tu amor y no quieres ser mi amada pero te deseo con dolor cuando te sientas dejada que la fruta da el sabor solo y en su temporada