¿Qué es aquello que verdea

en medio de la sabana?

Yo creía que era el tilcampo

y era la malvada iguana.

 

Yo vide reverdería

en medio de la sabana

y cuando lo fui a agarrar

era una maldita iguana.

 

Dicen que la iguana es verde

y el tilcampo es amarillo,

yo agarré una por la cola

en la loma de El Hatillo.

 

Dicen que la iguana es verde

y el tilcampo es alazán,

yo agarré una por la cola

allá por Minatitlán.

 

Dicen que la iguana es verde

y la cuija es venenosa,

me agarré una de la cola

pa' quitarle lo chismosa.

 

Dicen que la iguana muerde

pero yo digo que no,

yo agarré una por la cola:

nomás la lengua sacó.

 

Una iguana se cayó

de la rama de un amate,

del porrazo que se dio

se reventó los tomates.

 

Una iguana se subió

a la cumbre de un apompo,

el garrobo se murió

en ver que cayó de pronto.

 

Una iguana subió al palo

más alto de la nación

allá en la punta decía:

-esto sí que está pelón.

 

Un garrobo fue a encontrarse

con la iguana una mañana,

de los besos que se dieron

incendiaron la sabana.

 

Se tiró una iguana al agua

y se dio una zambullida:

el tilcampo la lloraba

en ver que ya no surdía.

 

El apompo se quedó,

compadre, sin una iguana,

el arroyo se secó

y por eso la sabana

de sentimiento murió.